Convertir lo cotidiano en insoportable

El título está lejos de dejarnos indiferentes: «El arte de amargarse la vida». El autor, el teórico y psicólogo de origen austríaco Paul Watzlawick (1921-2007) confiesa, al inicio del libro, que ya que empleamos buena parte de nuestras vidas empeñados en ser infelices, él se ofrece como experto para ayudarnos a alcanzar la mayor cota de infelicidad.

El planteamiento nos obliga a tomarlo medio en broma, medio en serio, porque usa la ironía (de ahí lo de la broma) para ir desmontando los armazones de miedos e inseguridades que hacen de nuestro día a día un sendero tortuoso (de ahí lo serio del asunto). Que este libro no es lo que parece, o sí, también está en el hecho de que, sin ser un libro de autoayuda, y ridiculizando en parte la mecánica que estos siguen, acaba dándonos pistas de por dónde empezar a poner orden en esto y aquello.

El mérito de Watzlawick con este librito es que, primero, tiene la habilidad de hacer que nos reconozcamos en más de una de las situaciones que comenta, para, después, enumerar una serie de antiejemplos que, en sentido irónico, espera que sigamos.

Es un provocador y expone distintos planteamientos a modo de terremotos que hagan temblar los prejuicios, supersticiones y fatalismos a los que solemos recurrir ante los reveses de la vida.

Como lector, entonces, ¿cómo tomarse este libro de ciento y pocas páginas? Desde luego no como un ortodoxo tratado de psiquiatría. Sería más útil verlo como llamadas de atención sobre las piedras en las que tropezamos en reiteradas ocasiones y la manera habitual -absolutamente errónea y contraproducente- que tenemos de afrontar esas situaciones. Viéndolo desde fuera, con perspectiva, mueve cuanto menos a la necesidad de un cambio de proceder.

Otros aspectos interesantes

El pasado como fuente de amargura

Sentimiento de culpa, idealización del pasado, usar soluciones pasadas para resolver situaciones presentes de manera automática, complacerse con las heridas abiertas, hasta la crítica al proceder psicoanalista hallan hueco en buena parte de las páginas.

Azote de procederes supersticiosos y conspiranoicos

El autor pone ejemplos de los efectos de la autosugestión en negativo, de la distorsión de la realidad por la importancia desmedida a los detalles, de la evitación como perpetuador del problema o de la teoría de la profecía autocumplida, según la cual la profecía del suceso lleva al suceso de la profecía (cuando se toma como realidad la mera expectación).

«Ruidos» comunicativos

Es uno de sus puntos fuertes y naturalmente algo tenía que deslizar en este libro. Watzlawick es uno de los principales autores de la teoría de la comunicación humana y una importante referencia en el campo de la terapia familiar, terapia sistémica y, en general, de la psicoterapia.

En la obra que nos ocupa ilustra conflictos en las relaciones interpersonales, en particular, en las de pareja, derivados de ruidos comunicativos, esto es, de deficiencias a la hora de «descodificar» la información por parte de los actores implicados en el hecho comunicativo, de interpretar lo que la otra persona expresa (que va más allá de la palabra netamente dicha).

Ficha

  • Título: El arte de amargarse la vida
  • Fecha: 1983
  • Autor: Paul Watzlawick
  • Comentado en la tertulia de enero de 2019

 

Por María Ortiz

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