En el quinto aniversario de la tertulia literaria «Con tildes y virgulillas» homenajeamos al libro de libros en castellano, Don Quijote de la Mancha, con una selección de escenas que leemos y comentamos brevemente.
La libertad, la locura y la cordura, el vínculo entre caballero y escudero, el plagio o el aspecto gastronómico son algunos de los temas tratados en los pasajes elegidos.
Esperamos que sea de vuestro agrado.
Y así, del poco dormir y del mucho leer se le secó el celebro de manera, que vino a perder el juicio. Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros
Capítulo I: «Que trata de la condición y ejercicio del famoso hidalgo don Quijote de la Mancha». Primera parte
Lorea. “Siempre me ha parecido triste que el origen de esa locura haya sido su obsesión por la lectura… ¿a quién no le ha pasado estar leyendo una obra y querer seguir leyendo una página más?”.
-Todo eso fuera bien excusado -respondió don Quijote- si a mí se me acordara de hacer una redoma del bálsamo de Fierabrás; que con sola una gota se ahorraran tiempo y medicinas.
Capítulo X: «De los graciosos razonamientos que pasaron entre Don Quijote y Sancho Panza su escudero». Primera parte
Carolina. “En este capítulo el lector se da cuenta de que Sancho Panza es analfabeto, que ambos van sin rumbo y se habla sobre el bálsamo de Fierabrás”.
Yo nací libre, y para poder vivir libre escogí la soledad de los campos: los árboles destas montañas son mi compañía; las claras aguas destos arroyos mis espejos; con los árboles y con las aguas comunico mis pensamientos y hermosura.
Capítulo XIV: «Donde se ponen los versos desesperados del difunto pastor, con otros no esperados sucesos». Primera parte
Begoña. “Me he decidido por el discurso de Marcela, que me parece de total actualidad… Vamos, que no es no”.
…lo primero que se le ofreció a la vista de Sancho fue, espetado en un asador de un olmo entero, un entero novillo; y en el fuego donde se había de asar ardía un mediano monte de leña, y seis ollas que alrededor de la hoguera estaban no se habían hecho en la común turquesa de las demás ollas; porque eran seis medias tinajas, que cada una cabía un rastro de carne.
Capítulo XX: “Donde se cuentan las bodas de Camacho el Rico con el suceso de Basilio el Pobre”. Segunda parte
María Jesús. “El aspecto gastronómico está presente en todo el Quijote y en el libro se habla de comida en centenares de ocasiones. En el mismísimo arranque de la novela Cervantes coloca el plan semanal de comidas del protagonista. Uno de los escaparates gastronómicos del Quijote está en las bodas de Camacho, episodio del que tomo un párrafo para su lectura”.
La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre.
Capítulo LVIII: Que trata de cómo menudearon sobre don Quijote aventuras tantas, que no se daban vagar unas a otras”. Segunda parte
Paquita. “La palabra “libertad” tiene para mí connotaciones que me hacen vibrar y esa explicación sencilla que Cervantes pone en la boca del caballero andante resonó en mí, más aún, sabiendo de su vida y de la privación completa de ella que él había conocido. Porque sigue vigente siempre, es algo universal sencillamente… Por eso escogí este fragmento”.
Sin duda, vos, señor, sois el verdadero don Quijote de la Mancha, norte y lucero de la andante caballería, a despecho y pesar del que ha querido usurpar vuestro nombre y aniquilar vuestras hazañas, como lo ha hecho el autor deste libro que aquí os entrego.
Capítulo LIX: «Donde se cuenta del extraordinario suceso, que se puede tener por aventura, que le sucedió a don Quijote”. Segunda parte
Juana. “Lo he escogido porque me ha parecido gracioso, porque Don Quijote dice que el fallo más grande del falso Don Quijote es que la mujer de Sancho se llama Mari Gutiérrez y no Teresa Panza, y eso es gracioso”.
-Señores -dijo don Quijote-, vámonos poco a poco, pues ya en los nidos de antaño no hay pájaros hogaño. Yo fui loco, y ya soy cuerdo: fui don Quijote de la Mancha, y soy agora, como he dicho, Alonso Quijano el Bueno.
Capítulo LXXIV: “De cómo don Quijote cayó malo, y del testamento que hizo, y su muerte”. Segunda parte
Maite. “He escogido este pasaje porque me resultó muy triste. Aquí Don Quijote renuncia a su nombre y su sueño. Ya no es Don Quijote, sino Alonso Quijano el Bueno, y con ello renuncia a su vida y se deja morir en paz, haciendo felices a los que ama”.
Aquí podéis escuchar todas las intervenciones:
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Editado por María Ortiz