Microrrelatos del III certamen «Con tildes y a lo loco»

No hay dos sin tres y la tercera edición del certamen de microrrelatos «Con tildes y a lo loco», convocado por el grupo de lectura «Con tildes y virgulillas», ha venido bien surtida. Dignísima alfombra roja para una semana vivida intensamente, como viene siendo habitual en nuestro foro de letras y pensamiento en torno al Día Internacional del Libro.

Por María Ortiz

Relatos participantes en el III certamen de microrrelatos «Con tildes y a lo loco» convocado por el grupo de lectura «Con tildes y virgulillas», en abril de 2022

 

Ella

  • Por Carolina Vílchez

La jauría aquel día era peor que otros. Él creía que sería lo suficientemente fuerte como en otras ocasiones.

Abandonó el aula y al salir al patio, suspiró con alivio. Inesperadamente parte de la jauría apareció a divertirse un rato. Perdido, buscó y la encontró, esa mirada amiga que le dio la fuerza de continuar, olvidar y vivir sin miedo un día más.

 

La creída

  • Por Carolina Vílchez

Observó como nadie de la familia la miraba, el adolescente con su móvil, el padre con el ordenador, la madre con sus libros… ¿sería su última tarde? Pero si la encendían, ¿para qué?

Su música envolvía toda la habitación pero nadie se movía a su son, sería verdad que le habían abandonado… no podía creerlo… ¡ay, aquellos tiempos ya se esfumaron!

 

Oscar

  • Por Carolina Vílchez

Esbelto y dorado, con su etiqueta “A la más marchosa”, te buscó con la mirada. Nostalgia de aquel cumpleaños en el que él era el centro de todas las risas. Después de tantos años, Oscar te espetaba: “¿Pero qué hago aquí?”, “¿dónde estabas?”, “¡Soy yo!”.

Oscar te guiña… y te invita a seguir soñando.

1651149689684

Oscar ©Carolina Vílchez

 

 

Caricias invisibles

  • Por Concepción Baena

Estaré en silencio. No percibirás que estoy aquí… pensando que estás en soledad.

Nunca sabrás quién te acaricia en tus sueños acercándose sigilosamente sobre tu piel para ser el escalofrío que recorrerá tu cuerpo. Velando para que tu alma, corazón y razón se unan al fin hallando el amor verdadero.

 

Futuro

  • Por Isabel Piedrahita

Tenía sed y no sabía donde encontrar el interruptor de la luz en la oscuridad. Había estado durmiendo demasiado tiempo. Pero era hora de encontrar la salida. Pol me había metido en este lugar, abandonándome definitivamente. Me había gritado, me había insultado y yo había dejado de creer en mí misma.

 

El burro contento

  • Por Juana Oya

 Un burro miró a la izquierda. Vio un mundo muy bonito. Sonrió por primera vez.

img20220403_16480398
©Juana Oya

 

 

Sueño

  • Por Maite Peris

Me despierto. Si toco primero el suelo con el pie izquierdo, declaro la guerra.

 ¡Lástima!

 

El tren

  • Por Maite Peris

He subido al tren de cercanías, he ocupado una plaza. El vagón estaba relativamente vacío. ¡Qué confortable! Me he levantado, -no hay ninguna voz en mi cabeza-, me he quitado la chaqueta y me he quitado la camisa; he sentido fresco, me he desabrochado el botón del pantalón… la gente me mira.

 

Sombra

  • Por María Ortiz

La niña mira la sombra. No sabe qué es ni desde cuándo la lleva pegada a sus zapatos. Solo ve que la mancha se mueve, si ella lo hace, que se para, cuando para. Le intriga esa cosa oscura del suelo. Se cuida de no pisarla, lúcida ella, lista, luminosa.

img20220405_11445515
©MOMoreiro

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s