"Estamos en el tiempo de la anestesia, estamos en el tiempo en que las cosas hacen poco ruido. (...) Es un tiempo de silencio. La mejor máquina eficaz es la que no hace ruido". Y estamos en el momento adecuado de emprender una aproximación justa y necesaria y merecida a esta obra colosal de Luis Martín-Santos. Este año, con motivo del centenario de su nacimiento, se han sucedido los actos de homenaje en torno al autor. Sirva la efeméride como invitación a comentar esta novela, cuya lectura -y relecturas- es y son siempre un ejercicio obligado para entendernos mejor y aprender cómo la escritura es un don tan solo al alcance de plumas privilegiadas como la de Martín-Santos.
Ramo de versos por el séptimo aniversario
Celebramos el séptimo aniversario del grupo de lectura "Con tildes y virgulillas" con poemas, muchos y muy diversos, de autores de distintas corrientes, épocas, estilos. Un ramo de versos como obsequio por las muchas lecturas ya compartidas y agasajo a modo de anticipo por las muchas venideras. ¡Salud y lecturas y, como dice Santi Balmes en "El poeta Halley", "nunca hay que olvidarse los acentos en el patio"! ¡A seguir tildeando!
Tertulia de septiembre: El tapiz amarillo, de Charlotte Perkins Gilman
Una casa, una habitación, el tapiz de una pared, una voz de mujer que nos guía por un relato cuya lectura y análisis centrará la sesión de septiembre, que será también de aniversario, el séptimo, de nuestra tertulia literaria. Ahora huelga añadir cualquier detalle más sobre el contenido de "El tapiz amarillo" (1892), de Charlotte Perkins Gilman. Estos los daremos, seguro que en abundancia, como suele ser habitual, en nuestro foro.
Testigos de una fatalidad inevitable
Pocos como Roald Dahl consiguen llevar al lector a incomodarse, a la vez que desear vivamente seguir pegado a las líneas de sus historias. Para muestra, un botón que lleva el nombre de "El hombre del sur". No es mi intención reventar el argumento. Valga decir que hay una apuesta entre medias con un componente fáustico que sirve de aderezo. La historia cautivó a Hitchcock y Tarantino. Seguramente a ti también.




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